Resumen del Mensaje de 1888
El "Mensaje de 1888" se refiere a la presentación del concepto de justificación por la fe en Cristo como un mensaje bíblico central, particularmente en el contexto del fin de los tiempos, en la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día de 1888. Sus impulsores, Alonzo T. Jones y Ellet J. Waggoner, enfatizaron la necesidad de recibir la justicia de Cristo para poder observar fielmente los mandamientos de Dios y ser preparados para la venida del Señor.
Componentes claves del Mensaje de 1888:
-
La justicia de Cristo:
Se presentó como una justicia impartida por la fe en Cristo, que transforma la vida y permite la obediencia a los mandamientos divinos.
-
La importancia del Evangelio de Jesucristo:
Este mensaje buscaba exaltar a Cristo y su sacrificio, invitando al pueblo a recibir su gracia salvadora y su justicia.
-
La preparación para la traslación:
La correcta comprensión de este mensaje es vital, ya que prepara al pueblo para el fin de los tiempos y para la "traslación" de los justos.
-
La verdadera fe:
Se destacó la importancia de tener la "fe de Jesús", la fe en la capacidad de Cristo para salvarnos y perdonar los pecados.
Contexto y significado:
-
Este mensaje fue considerado por Elena de White como una "luz" y un mensaje "preciosísimo" que se había estado presentando durante años para revelar los "encantos incomparables de Cristo".
-
Fue un punto de conflicto, ya que los líderes de la iglesia de la época se resistieron a él, lo que generó divisiones.
-
Se vincula con el mensaje del tercer ángel de Apocalipsis 14, y se cree que es la verdad presente para los tiempos finales.
En resumen, el Mensaje de 1888 es una invitación a recibir la justicia de Cristo por fe, lo que lleva a una transformación de vida y a la obediencia a la ley de Dios, preparando a los creyentes para el futuro en La Tierra Nueva.